Lucha contra la tuberculosis: un paso más hacia el mejor tratamiento

Mary tiene 54 años y fue la primera persona en ser tratada contra la tuberculosis resistente a los medicamentos en Zimbabue.Ikram N'gadi

Aplaudimos la decisión de la OMS para recomendar las mejores opciones de tratamiento para la tuberculosis, pero pedimos a Johnson & Johnson que ponga la bedaquilina a disposición de todos los pacientes a un precio accesible.

Aplaudimos las nuevas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para mejorar el tratamiento de las personas con tuberculosis resistente a medicamentos (TB-DR). Estas priorizan el uso de diversos medicamentos orales (incluyendo la bedaquilina, un nuevo fármaco que ha demostrado un alto grado de eficacia) y minimizan el uso de medicamentos inyectados.

El nuevo régimen de tratamiento recomendado, con una duración de 18 a 20 meses, puede ayudar a mejorar las tasas de curación, a disminuir la mortalidad de los pacientes y a que estos sufran muchos menos efectos secundarios. Para que estas recomendaciones se implementen y muchas más personas con TB-DR puedan recibir un tratamiento adecuado, hemos reiterado nuestro llamamiento a la compañía farmacéutica estadounidense Johnson and Johnson, productora de la bedaquilina, para que tome medidas inmediatas que se traduzcan en que este medicamento sea accesible para todos los pacientes que lo necesiten; en particular para aquellos que viven en países de bajos y medianos ingresos con una alta carga de TB-DR.

En los últimos seis años se han aprobado dos nuevos medicamentos altamente eficaces para el tratamiento de la TB-DR (uno de ellos es la mencionada bedaquilina), pero a día de hoy solo el 20% de las personas con TB-DR a nivel mundial puede acceder a alguno de ellos. El restante 80% sigue recibiendo el tratamiento estándar para la TB-DR, mediante el cual tienen que soportar un terrible régimen de medicamentos por un periodo que puede prolongarse durante dos años, y que incluye la ingesta de hasta 20 píldoras por día que pueden causar efectos secundarios tan severos como la psicosis. Además, durante un periodo que puede llegar hasta los ocho meses, los pacientes tienen que recibir dolorosas inyecciones diarias que pueden causar pérdida de audición e incluso sordera. Y por si todo esto fuera poco, las posibilidades de curación con el tratamiento estándar solo alcanzan del 55%.

«Ya ha pasado mucho tiempo desde que los nuevos fármacos fueron introducidos en el mercado. Las personas que viven con TB merecen disponer ya mismo de los nuevos tratamientos más efectivos y fáciles de tolerar», afirma la doctora Mercedes Tatay, nuestra Secretaria Médica Internacional. «Los Gobiernos y proveedores de tratamiento no deben perder un minuto más y deben asegurarse de que todos los pacientes puedan acceder a tratamientos óptimos, incluyendo el tratamiento con bedaquilina. Para ello, Johnson & Johnson debe reducir el precio del medicamento y asegurarse de que esté disponible para todas las personas que lo necesiten».

Aún demasiado caro

Johnson & Johnson anunció recientemente una reducción del precio de la bedaquilina en algunos países, pero en los países más afectados por la TB-DR el precio sigue sin ser asequible, ya que 400 dólares por seis meses de tratamiento sigue siendo un precio excesivo para muchos de ellos. Además, la bedaquilina es solo un medicamento más dentro de un costoso régimen de múltiples fármacos, y un tratamiento eficaz suele requerir más de seis meses de uso de este medicamento. Por otro lado, en los países excluidos de la reducción de precios anunciada por Johnson & Johnson, la corporación cobra actualmente entre  3.000 y 30.000 dólares estadounidenses por seis meses de tratamiento.

Con el fin de facilitar el acceso al tratamiento, hemos pedido a Johnson & Johnson que el régimen de tratamiento completo para la TB-DR no tenga un precio superior a los 500 dólares estadounidenses en ninguno de los casos. Apoyamos además el llamamiento que hacen los grupos de activistas que piden a Johnson & Johnson que reduzca el precio de la bedaquilina a 32 dólares por cada mes de uso, o a 192 dólares por seis meses, y que este precio sea aplicable a todos los pacientes que vivan en países de baja y mediana renta con alta carga de TB-DR.

Para garantizar la accesibilidad a largo plazo y el suministro sostenible de la bedaquilina, cuya patente estará ampliamente protegida hasta 2023, pedimos a Johnson & Johnson que expida una licencia al Medicines Patent Pool; un gesto que permitiría a muchos pacientes acceder a versiones genéricas del medicamento a precios mucho más adquiribles. Los países con alta carga de TB que deseen ampliar el tratamiento a más pacientes, como es el caso de la India (que también es un importante proveedor mundial de medicamentos para la tuberculosis), también deberían considerar la emisión de una licencia de ‘uso gubernamental’ para fomentar la competencia entre los productores de genéricos de precios bajos antes de que expire la patente.

También instamos a Johnson & Johnson y a su socio ruso Pharmstandard -responsable del suministro en Europa Oriental y Asia Central- a que trabajen rápidamente para registrar el medicamento, especialmente en 10 de los 30 países con mayor carga de TB-DR en donde sigue sin registrarse.

 Confiamos en que los líderes mundiales que se reunirán en la primera Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre TB, que tendrá lugar en Nueva York en septiembre, priorizarán la accesibilidad y asequibilidad de todos los medicamentos necesarios para proporcionar regímenes de tratamiento óptimos para todos los pacientes que los necesitan.

«Por fin estamos viendo pasos hacia el tan esperado y necesario impulso político que se necesitaba para frenar esta emergencia de salud global que afecta principalmente a los más vulnerables”, afirma Els Torreele, nuestro Director Ejecutivo de la Campaña de Acceso a Medicamentos (CAME). «Ahora contamos con mejores herramientas para diagnosticar y tratar esta epidemia. Ya es hora de que los Gobiernos hagan frente al desafío y cierren las enormes brechas que existen en el diagnóstico y tratamiento de esta vieja enfermedad que sigue causando millones de muertes sin sentido”.

Tres décadas

Llevamos 30 años involucrados en el tratamiento de la tuberculosis, a menudo trabajando junto a las autoridades sanitarias de cada país y tratando a pacientes en una amplia variedad de contextos. Entre ellos, cabe destacar nuestro trabajo en el diagnóstico y tratamiento de pacientes en zonas de conflicto armado crónico, barrios marginales urbanos, prisiones, campos de refugiados y zonas rurales.

Los resultados preliminares del reciente estudio observacional hecho por MSF y nuestros socios de la iniciativa endTB (Fin a la TB) con 1.200 pacientes con TB-DR que estaban bajo tratamiento, revelaron que los fármacos orales más nuevos, la bedaquilina y la delamanida, parecen más seguros que los fármacos inyectables de uso común: http://www.endtb.org/resources/endtb-interim-analysis-july2018

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