Una década de guerra en Siria: 10 años de necesidades humanitarias crecientes

Hacemos un repaso desde 2011 a 2021, cuando las protestas pronto se convirtieron en un conflicto armado, hasta el día de hoy, pasando por el desplazamiento forzado de la mitad de la población siria -12 millones de personas-, los ataques a hospitales, los atroces asedios a Alepo y Guta oriental, los quirófanos improvisados en sótanos y nuestra acción médica cercana a la línea de frente.

Desde el inicio de la guerra en Siria, hace 10 años, las vidas de la población siria han estado amenazadas. En 2011, la situación pasó rápidamente de protestas localizadas a una guerra a gran escala, dando lugar a una situación humanitaria devastadora que persiste una década después. 

En el transcurso de 10 años, 12 millones de sirios y sirias (la mitad de la población anterior al conflicto), se han visto obligados a huir del conflicto y dejar sus hogares, a menudo varias veces, convirtiendo a esta situación en la mayor crisis de desplazamiento de este siglo. Muchas de estas personas todavía siguen desplazadas en la actualidad. 

Una parte importante de la infraestructura de Siria también ha sido destruida. Particularmente, el sistema de salud relativamente funcional de Siria ha sido devastado. Cientos de instalaciones médicas fueron bombardeadas, un gran número de personal médico ha muerto o ha huido, y sigue habiendo una escasez desesperada de suministros médicos en muchas partes del país. Hoy, las necesidades médicas del pueblo sirio son enormes. 

Médicos Sin Fronteras (MSF) ha respondido a la crisis en Siria desde el comienzo de la guerra. Hemos brindando apoyo a personas necesitadas en diferentes zonas del país: desde la donación de suministros médicos hasta la instalación de hospitales y clínicas, pasando por el apoyo remoto a instalaciones médicas y redes de personal médico en áreas a las que no podíamos acceder directamente. En la actualidad, brindamos apoyo al pueblo sirio dentro de Siria, y en varios países vecinos que acogen a refugiadas y refugiados sirios. 

Esta línea de tiempo visibiliza una década de conflicto, y destaca las crecientes necesidades humanitarias y médicas de millones de sirios y sirias; así como nuestros esfuerzos para responder a ellas. 

2011: Las protestas se convierten en un conflicto armado  

En 2011, un gran número de sirios y sirias salieron a las calles para exigir reformas democráticas. El levantamiento evolucionó rápidamente, de protestas inicialmente menores, a protestas masivas durante marzo. Las manifestaciones fueron respondidas con violencia policial y militar, detenciones masivas y una brutal represión que provocó cientos de personas fallecidas y miles de personas heridas. A medida que las protestas se convertían en un conflicto, la población siria comenzó a abandonar sus ciudades de origen, con dirección a diferentes partes del país o hacia países vecinos. 

Para MSF, brindar atención médica a las personas dentro de Siria resultó ser un desafío desde el comienzo del conflicto. Desde 2011 hasta hoy, no se nos ha concedido autorización para trabajar en zonas de Siria controladas por el gobierno, a pesar de las repetidas solicitudes de permiso; como resultado, nuestras áreas de intervención siempre se han concentrado en zonas fuera del control del gobierno. 

Aún así, logramos brindar asistencia médica a las población necesitada en Siria apoyando redes de personal médico sirio y proporcionando donaciones de artículos médicos y de socorro a hospitales de campaña y clínicas en las provincias de Homs, Idlib, Hama y Dara’a. Al no poder acceder a la capital, hicimos donaciones a la Media Luna Roja Siria en Damasco en respuesta a las crecientes necesidades médicas y la falta de suministros médicos en la ciudad. 

En países vecinos, como Líbano y Jordania, comenzamos a apoyar a los sirios y sirias que necesitaban atención médica que no estaba disponible dentro de Siria; creamos proyectos para ayudar a las personas refugiadas que habían comenzado a huir de la violencia en su país. 

Febrero. Entrega de suministros médicos

MSF proporciona suministros médicos de emergencia a los centros de salud cercanos a la frontera del Líbano con Siria. 

Junio. Heridos de guerra llegan a Jordania

Inaugurado en 2006 para tratar a los heridos de guerra de Irak, el hospital de cirugía reconstructiva de MSF en Ammán, Jordania, recibe a sus primeros pacientes heridos del otro lado de la frontera en Siria. 

Junio. Refugiados sirios en el Líbano

MSF brinda atención médica a refugiados sirios en tres lugares del Líbano: Trípoli, Wadi Khaled y el valle de Bekaa.

MSF proporciona suministros médicos de emergencia a los centros de salud cercanos a la frontera del Líbano con Siria.

2012: Una guerra en toda regla  

En 2012, el conflicto se intensificó, con la formación y participación de diferentes partes en el conflicto. A pesar de los diversos intentos de acordar un alto el fuego, el conflicto pronto evolucionó hacia una guerra total, y el número de personas muertas y heridas aumentó drásticamente en todo el país. 

MSF abrió hospitales en el norte de Siria para responder a las crecientes necesidades médicas de las personas en estas áreas. La mayoría tuvo que instalarse en lugares poco convencionales, como villas, granjas de pollos, escuelas y sótanos, después de que varias instalaciones médicas fueran atacadas y destruidas. En estos hospitales, nuestros equipos brindaron tratamiento médico de emergencia con un enfoque principal en la atención de traumatismos y cirugías relacionadas con la guerra

Al aumentar el número de personas refugiadas sirias en los países vecinos, ampliamos nuestras actividades en lugares como el valle de Bekaa, Líbano, y los campos instalados en Domiz, en el Kurdistán iraquí. El número de personas refugiadas sirias que buscaban refugio en otros lugares era cada vez mayor, alejándose de Medio Oriente y acercándose a Europa

Mayo. Refugiadas y refugiados sirios en Irak 

MSF comienza a trabajar en el campo de personas refugiadas de Domiz, Irak, y se convierte en el principal proveedor de atención médica para la población de refugiados y refugiadas sirias que se albergan allí.  

Junio. Cirugía de trauma en el norte de Siria 

Durante seis días, MSF instaló nuestro primer hospital de campaña en Siria, centrado en la cirugía de trauma de emergencia, en una villa donada por un médico local en la ciudad de Atmeh, en el noroeste de Siria. Posteriormente, el hospital se convirtió en una unidad de quemados y hasta la fecha sigue brindando servicios

Agosto. Atención médica en primera línea 

MSF instala un hospital en una antigua escuela en Azaz, a 30 kilómetros al norte de Alepo, para brindar atención médica a las personas que huyen del frente hacia la zona de Alepo. Los equipos de MSF siguen trabajando allí hasta 2020, cuando el hospital se entrega a las autoridades sanitarias locales.

Agosto. Cueva se transforma en hospital 

Cerca de la frontera de Siria con Turquía, MSF instala un hospital dentro de una cueva que anteriormente se utilizaba para almacenar frutas, verduras y combustible. A pesar de los importantes desafíos logísticos y médicos, el equipo de MSF crea una unidad quirúrgica estéril adecuada para brindar atención de emergencia y cirugía traumatológica. 

Diciembre. Hospitales de campaña en lugares inverosímiles 

A medida que las líneas del frente cambian en el noroeste de Siria, MSF convierte una granja de pollos en desuso en un hospital de campaña, brindando cirugía de trauma de emergencia, así como atención médica primaria y secundaria.

En agosto de 2012, cerca de la frontera de Siria con Turquía, MSF instala un hospital dentro de una cueva y crea allí una unidad quirúrgica estéril.

2013: Aumentan las necesidades de los sirios 

En 2013, el pueblo sirio no solo estaba expuesto a altos niveles de violencia, sino también a las consecuencias directas de un sistema de salud disfuncional y deteriorado. Los equipos de MSF empezaron a ser testigos del resurgimiento de enfermedades prevenibles. Los casos de sarampión entre los niños y niñas en Alepo y el descubrimiento del primer caso de poliomielitis en Siria en 14 años fueron los primeros indicios del colapso del sistema de salud en el país como resultado de la guerra, lo que llevó a MSF a realizar campañas de vacunación masivas en el noreste de Siria. 

Las organizaciones médicas del país también comenzaron a expresar con más fuerza sus dificultades para satisfacer las necesidades de las personas, y más aún para hacer frente a las víctimas en masa y las emergencias agudas. Debido a la intensidad de los combates en el sur de Siria, abrimos un programa quirúrgico de emergencia en Ramtha, en el norte de Jordania, cerca de la frontera siria, para tratar a las personas heridas de guerra que no podían recibir tratamiento en los 14 hospitales de campaña de Dara’a. 

Mientras tanto, cientos de miles de personas sirias seguían saliendo de Siria para buscar seguridad o tratamiento médico en países cercanos. Estas naciones, que experimentaron una afluencia continua de personas refugiadas, comenzaron a adoptar políticas fronterizas más restrictivas. En respuesta, ampliamos aún más el volumen de nuestras operaciones en la región para brindar toda la asistencia posible al pueblo sirio. A finales de 2013, se estimaba que 1,5 millones de sirias y sirios eran refugiados

Marzo. Campaña de vacunación interrumpida

Los equipos de MSF lanzan una campaña de vacunación contra el sarampión en 49 sitios en Alepo, pero luchan por completar la campaña debido a la violencia generalizada. 

Junio. Mayor respuesta en países vecinos

MSF intensifica las actividades médicas en el valle de Bekaa en Líbano y comienza a trabajar en el campo de refugiados de Chatila en el sur de Beirut. En Irak, MSF incrementa nuestras actividades en el campo de refugiados de Domiz y establece nuevos puestos de salud en ambos lados de la frontera sirio-iraquí.

Agosto. Pacientes que presentan síntomas neurotóxicos

Los equipos médicos de tres hospitales apoyados por MSF en la provincia de Damasco admiten a 3,600 pacientes que presentan síntomas neurotóxicos en menos de tres horas. El uso de agentes neurotóxicos constituye una violación del derecho internacional humanitario, que prohíbe absolutamente el uso de armas químicas y biológicas.  

Septiembre. Aumento de actividades quirúrgicas en Jordania 

MSF abre un programa quirúrgico de emergencia en la ciudad jordana de Ramtha, cerca de la frontera con Siria, donde tratamos a cientos de pacientes heridos de guerra del sur de Siria.  

Atención médica a los sirios que huyen de la violencia

En el noreste de Siria, cerca de la frontera con Turquía, MSF pone en marcha proyectos en Kobanê / Ain Al-Arab y Tal Abyad para proporcionar servicios médicos a las personas que huyen a estas zonas.

Un campo de tránsito en la provincia de Alepo, junto a la frontera turca. Alrededor de noviembre de 2012, 4.000 personas desplazadas vivían en este asentamiento temporal; en abril de 2013, había alrededor de 10.000.

2014: se intensifican los enfrentamientos mortales

En 2014, la guerra se volvió cada vez más sangrienta. La ONU estimó que 6,5 millones de personas habían sido desplazadas internamente, mientras que más de tres millones habían huido de Siria.

La violencia y la inseguridad, el endurecimiento de los asedios y el aumento de los bombardeos, así como los ataques a las instalaciones de salud y al personal médico, fueron algunos de los desafíos que enfrentaron los equipos de MSF, lo que les impidió brindar un programa más amplio de ayuda médica humanitaria

El secuestro del personal de MSF en 2014 también nos llevó a detener nuestras actividades en áreas controladas por el grupo Estado Islámico (EI) y a retirar al personal internacional en el noroeste de Siria. Sin embargo, logramos mantener nuestra presencia en Siria, abriendo nuevos proyectos y aumentando nuestro apoyo remoto a las instalaciones médicas dentro del país. 

Octubre. Ningún lugar a dónde ir 

Se informa de cientos de víctimas en la ciudad de Erbin en el este de Ghouta, un suburbio de Damasco, tras el bombardeo de un mercado abarrotado. Unas 50,000 personas han estado sitiadas en el este de Ghouta durante más de dos años.

En 2014, se intensifican los enfrentamientos mortales, los asedios, los bombardeos, y los ataques a las instalaciones de salud y al personal médico.

2015: Enorme crisis de desplazados

En 2015, el número de refugiadas y refugiados sirios que habían huido del país superó la marca de los cuatro millones, con miles de personas intentando cruzar el peligroso mar Mediterráneo, mientras que otros seis millones de personas fueron desplazadas internamente dentro de Siria. El conflicto había provocado la mayor crisis de desplazamiento desde la Segunda Guerra Mundial, dejando a millones de personas con una necesidad desesperada de ayuda humanitaria para salvar vidas. En respuesta, aumentamos nuestras actividades en toda la región, lanzando operaciones de búsqueda y rescate en el mar Mediterráneo y apoyando a las personas en sus viajes a Europa

Con la entrada de más países y partes extranjeras en la guerra, 2015 se caracterizó por una violencia extrema que afectó la vida de millones de personas. Las zonas civiles fueron bombardeadas de forma habitual, a menudo en ataques de «doble impacto», en los que al ataque inicial le sigue un segundo ataque, dirigido a los equipos de rescate o a los centros de salud que reciben a los heridos. También hubo numerosos informes de ataques que provocaron síntomas de exposición a agentes químicos. Al menos 1,5 millones de personas quedaron atrapadas en zonas sitiadas sin acceso a la ayuda humanitaria, asistencia sanitaria o evacuación médica. 

En Siria, 2015 marcó el año en el que MSF prestó apoyo al mayor número de establecimientos de salud hasta la fecha, llegando a más de 150 centros de salud. Sin embargo, nuestro apoyo no evitó que estas instalaciones se vieran afectadas directamente por el conflicto. En 2015, 23 miembros del personal sanitario sirio apoyados por MSF murieron y 58 resultaron heridos. Además, 63 hospitales y clínicas apoyados por MSF fueron bombardeados en 94 ocasiones distintas en 2015, y 12 de estas instalaciones quedaron completamente destruidas. 

Obtuvimos acceso a la ciudad de Kobanê / Ain Al-Arab, fuertemente destruida, después de que las fuerzas kurdas expulsaron al grupo del EI con el apoyo de las fuerzas de la coalición. Construimos un hospital en la ciudad, solo para que fuera destruido tras otro intenso período de conflicto después de que Kobanê fuera infiltrado por combatientes del grupo Estado Islámico. A pesar de ello, MSF siguió apoyando la atención médica primaria y secundaria en la ciudad. 

Febrero. Retornados que carecen de acceso a la atención médica 

Después de que ISIS se fue de Kobanê, cientos de personas regresaron allí con pocos o ningún servicio de atención médica en el área. MSF apoyó a las autoridades en la reconstrucción del sistema de salud de Kobanê para aumentar el acceso a la atención médica en la ciudad.

Junio. La violencia llega a los hospitales, una vez más 

El hospital apoyado por MSF en Kobanê fue destruido durante el conflicto entre el grupo EI y las fuerzas de la coalición, durante la ofensiva del grupo EI en la ciudad. 

Julio. Los enfrentamientos envían más heridos de guerra a Jordania

Más de 65 pacientes heridos de guerra, la mayoría de ellos heridos por bombas de barril, llegan a la sala de emergencias del hospital Ramtha en el norte de Jordania en el espacio de dos semanas. 

Noviembre. Los ataques de doble impacto tienen como objetivo hospitales

Siete personas mueren y 47 resultan heridas en un bombardeo de barril de «doble impacto» en un hospital apoyado por MSF en una zona sitiada de la ciudad de Homs. 

En junio de 2015, el hospital apoyado por MSF en Kobanê es destruido durante un conflicto.

2016: Una población atrapada  

En 2016, continuaron las tácticas de asedio, aumentaron los ataques de doble impacto y la intensificación de los bombardeos y tiroteos hizo que la crisis humanitaria dentro del país se volviera aún más grave. Para entonces, muchas zonas civiles habían sido bombardeadas de forma rutinaria y privadas de ayuda. El acceso a los alimentos y los servicios de salud fue extremadamente difícil para muchas personas, especialmente para quienes vivían en lugares sitiados. 

En diciembre, el gobierno sirio volvió a tomar el este de Alepo, pero no hasta que sus residentes hubieran vivido el bombardeo más feroz de la guerra de cinco años. El este de Alepo se convirtió en el epítome del conflicto sirio, con todas las atrocidades cometidas en un solo lugar: guerra de asedio, la destrucción de múltiples hospitales, bombardeo indiscriminado de zonas civiles; y un desprecio total por las reglas de la guerra. MSF estaba apoyando total o parcialmente a ocho hospitales en el este de Alepo; todos ellos fueron alcanzados por bombas. 

Las instalaciones médicas, el personal y los pacientes siguieron siendo víctimas de ataques indiscriminados y selectivos. En 2016, 32 instalaciones médicas que recibieron nuestro apoyo fueron bombardeadas en 71 ocasiones distintas.

Mientras tanto, más países vecinos de Siria cerraron sus fronteras a las personas refugiadas, dejando a muchas atrapadas en áreas sitiadas o varadas en las fronteras cerradas. Este varamiento de personas ocurrió en la frontera con Jordania, bloqueando el acceso a las actividades de salvamento para las personas heridas de guerra. 

Enero. Asedio, hambre y desnutrición

Los médicos apoyados por MSF en la ciudad de Madaya, donde 20,000 personas están sitiadas por las fuerzas del gobierno sirio, identifican a 250 personas con desnutrición aguda severa, incluidas 10 personas que necesitan atención inmediata para salvarles la vida.

Febrero. Hospital apoyado por MSF atacado dos veces

Un hospital apoyado por MSF en Ma’arat Al-Numan en la provincia de Idlib recibe cuatro ataques en dos ataques con pocos minutos de diferencia. Veinticinco personas mueren y 11 resultan heridas, incluido el personal del hospital, pacientes, cuidadores y visitantes. 

Abril. Un ataque aéreo en un hospital apoyado por MSF mata a muchos

Al menos 55 personas, incluidos pacientes y personal médico, mueren cuando los ataques aéreos golpean el hospital Al-Quds, apoyado por MSF, y sus alrededores en el este de Alepo. Los ataques aéreos inicialmente golpearon edificios alrededor del hospital, y luego el propio hospital cuando los heridos son trasladados allí

Junio. Los cierres de fronteras atrapan a miles en el desierto 

Unas 60,000 personas están atrapadas en condiciones extremadamente duras cerca de la frontera noreste de Jordania, que fue cerrada tras un ataque suicida que mató a siete soldados jordanos. Tras el ataque, MSF se vio obligada a suspender nuestra clínica móvil para sirios reunidos en Berm, una zona fronteriza desértica aislada e inhóspita entre Jordania y Siria, donde miles de sirios que huían del conflicto estaban atrapados. 

En junio de 2016, unas 60,000 personas quedan atrapadas en condiciones extremadamente duras cerca de la frontera noreste de Jordania, que fue cerrada tras un ataque suicida que mató a siete soldados jordanos.

2017: una carrera por el territorio

Una carrera por asegurar el territorio y el control del mismo surgió como el principal cambio geopolítico del año. Después de una importante ofensiva militar en Raqqa, el grupo de EI perdió el control sobre grandes áreas del territorio en el noreste ante las Fuerzas Democráticas Sirias respaldadas por Estados Unidos. MSF atendió a cientos de personas heridas de guerra como resultado de la intensa ofensiva de bombardeos en Raqqa, así como a las y los heridos graves por trampas explosivas y artefactos explosivos sin detonar que quedaron en las casas destruidas de las personas. 

Mientras tanto, en el sur del país, el gobierno sirio comenzó a retomar territorios en las provincias de Dara’a, Quneitra y Suwayda. Estos acontecimientos tuvieron importantes consecuencias en la vida de cientos de miles de personas que viven en estas áreas debido a los fuertes bombardeos.  

Estos cambios en la dinámica y el equilibrio de poder interrumpieron nuestras actividades en algunas de las áreas en las que trabajamos. Un total de 11 instalaciones médicas que apoyamos fueron alcanzadas por bombas o proyectiles en 12 ocasiones en ataques selectivos o indiscriminados.

Abril. Los enfrentamientos obligan a los sirios a abandonar sus hogares 

Los combates se intensifican en el sur de Siria mientras las fuerzas opuestas compiten por el control de la ciudad de Dara’a. Después de que unas 30,000 personas huyen de Dara’a, MSF organiza una distribución de emergencia de artículos de socorro esenciales a las familias desplazadas. 

Abril. La lucha amenaza la prestación de atención médica 

Durante los intensos combates en el este de Ghouta, nos vemos obligados a suspender temporalmente nuestro apoyo médico a los hospitales de la zona después de que grupos armados de oposición ingresen a los hospitales y obstruyan la prestación de atención médica.

Junio. Asistencia a los sirios desplazados 

En la provincia de Raqqa, los equipos de MSF instalan clínicas en campamentos para personas desplazadas y comienzan a trabajar en varios hospitales de la zona, incluidos Manbij, Tal Abyad y Kobanê / Ain Al-Arab, para brindar atención médica de emergencia a las personas que huyen de la ciudad de Raqqa. 

Agosto. Mayor respuesta a los desplazados

El campo de Ain Issa, al norte de Raqqa, se convierte en un campo de tránsito oficial para personas desplazadas. A medida que aumentan las llegadas al campamento, los equipos de MSF distribuyen artículos de socorro, incluidos colchones, mantas y kits de higiene; establecen servicios de agua y saneamiento; responden a un brote de sarampión; y vacunan a los niños y niñas contra enfermedades infantiles comunes. 

Octubre. Opciones limitadas para el cuidado de la salud 

Después de que cesan los combates activos en Raqqa, MSF se convierte en una de las únicas organizaciones que proporciona asistencia médica en la ciudad misma, y dirige una unidad de atención primaria y un punto de estabilización.

En abril de 2017, después de que unas 30,000 personas huyen de Dara'a, MSF organiza una distribución de emergencia de artículos de socorro esenciales a las familias desplazadas. 

2018: Oleadas de desplazados

Con intensos combates para hacerse con el control de las regiones en disputa y con los avances militares de las fuerzas del gobierno sirio, comenzaron a llegar nuevas oleadas de personas desplazadas al noroeste de Siria. Estas se produjeron tras las condiciones de rendición impuestas por el gobierno que concedían el paso seguro a combatientes y civiles que querían ser transportados a otras zonas del país no controladas por el gobierno, la mayoría de las veces a la provincia de Idlib. Mientras tanto, en el noreste, las personas regresaban a pueblos y ciudades en ruinas, llenos de trampas y minas terrestres. 

Entre febrero y abril, Guta oriental, en las afueras de Damasco, fue testigo de uno de los bombardeos más intensos desde el comienzo de la guerra. Numerosas instalaciones de salud fueron atacadas y alrededor de 2,000 personas murieron durante la ofensiva, que terminó cuando el gobierno sirio tomó el control del suburbio. 

En muchos lugares, como Dara’a, Guta oriental, Hama y Homs, desde MSF no pudimos continuar con nuestro trabajo y apoyo a las instalaciones médicas después de que estas zonas fueran retomadas por el gobierno sirio. En este momento, aumentamos nuestro apoyo médico en el norte del país.

Febrero. MSF se queda sin opciones 

Durante una ofensiva militar del gobierno en el este de Ghouta sitiado, 13 hospitales y clínicas apoyados por MSF fueron atacados y dañados o destruidos en el transcurso de tres días, reduciendo la capacidad de salud en un momento de necesidad médica crítica. A medida que la ofensiva continúa, perdemos nuestra capacidad de apoyar las instalaciones médicas allí. 

Abril. Restos de guerra a la espera de las y los repatriados 

A medida que regresa la calma relativa a las provincias de Hassakeh y Raqqa, las personas anteriormente desplazadas por los intensos combates comienzan a regresar a sus hogares, a áreas plagadas de minas terrestres y restos de guerra sin detonar, y donde la infraestructura de salud ha sido destruida en gran medida. Los equipos de MSF en Hassakeh y Raqqa tratan a cientos de pacientes heridos por minas terrestres, trampas explosivas y artefactos explosivos

Mayo. Reactivación de la asistencia sanitaria en ciudades destruidas

MSF comenzó a rehabilitar partes del hospital nacional de Raqqa, continuó apoyando las salas de pediatría, maternidad y cirugía del hospital Tal Abyad en el norte, y apoyó o administró campañas de vacunación en toda la gobernación de Raqqa. 

Mayo. Fin de las actividades en el centro de Siria 

MSF se ve obligada a poner fin al apoyo a las instalaciones médicas en las regiones de Homs y Hama después de que sean retomadas por las fuerzas del gobierno sirio.  

Junio. Fin de las actividades en el suroeste de Siria 

MSF se ve obligada a poner fin al apoyo a ocho centros de salud en las regiones de Dara’a y Quneitra después de que las fuerzas gubernamentales retomaran las áreas. Los equipos de MSF habían proporcionado apoyo médico, técnico y logístico para mejorar el acceso a la atención médica para las personas desplazadas y las comunidades locales.

En abril de 2018, a medida que regresa la calma relativa a las provincias de Hassakeh y Raqqa, las personas anteriormente desplazadas por los intensos combates comienzan a regresar a sus hogares, a áreas plagadas de minas terrestres

2019: Operaciones militares en el norte 

En 2019, el conflicto continuó, afectando principalmente al norte de Siria

En el noroeste de Siria, cientos de miles de personas fueron desplazadas como consecuencia de una ofensiva lanzada por las fuerzas del gobierno sirio y sus aliados, en particular Rusia, en la provincia de Idlib, el último bastión de la oposición del país. La mayoría de las personas recién desplazadas se dirigieron a zonas donde no había agua potable ni atención médica disponible. Tenían pocas opciones, ya que la mayoría de las zonas que se consideraban relativamente seguras ya estaban sobrepobladas y sobrecargadas en términos de asistencia humanitaria. 

En el noreste de Siria, MSF intensificó sus actividades cuando llegó una rápida afluencia de más de 60,000 personas desplazadas al campo de Al-Hol, la mayoría de ellas de los últimos bastiones del grupo Estado Islámico en la gobernación de Deir ez-Zor. Ese mismo año, el ejército turco, junto con los grupos armados de la oposición siria aliados, lanzaron la operación ‘Primavera de la Paz’, cuyo objetivo era expulsar a las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo de una franja de tierra de 30 kilómetros de largo y 440 kilómetros de ancho a lo largo de la frontera turca.  

Además de los continuos conflictos y desplazamientos, en 2019 Siria atravesaba su peor crisis económica en años y la libra siria alcanzó un mínimo histórico en el mercado negro, lo que dificulta aún más la vida de las personas.

Enero. Responder a la falta de atención médica 

MSF lanza una respuesta en el campamento de Al-Hol, inicialmente brindando atención médica de emergencia a las personas recién llegadas y distribuyendo artículos de primera necesidad. Pronto ampliaremos este apoyo para incluir la clasificación de emergencia y la construcción de instalaciones de agua y saneamiento.

Octubre. Respondiendo a las crecientes necesidades 

Tras el lanzamiento de las operaciones militares turcas en el norte de Siria, los residentes huyen de las ciudades y pueblos a lo largo de la frontera para escapar de los intensos bombardeos. Los equipos de MSF intentan satisfacer sus crecientes necesidades de atención médica y asistencia humanitaria.

Octubre. La violencia fuerza la mano de MSF 

Tomamos la difícil decisión de suspender temporalmente la mayoría de nuestras actividades en el noreste de Siria y evacuar a todo nuestro personal internacional de nuestros proyectos en la región, después de que la situación se vuelva cada vez más volátil tras las operaciones militares turcas. Esto a pesar de que las necesidades de las personas en la región siguen siendo enormes. 

Octubre. Refugiados sirios en Irak 

Mientras la gente sigue huyendo del conflicto en el noreste de Siria, MSF lanza actividades médicas en un lugar que recibe refugiados en Irak cerca de la frontera con Siria.

Diciembre. Empeoran las condiciones de vida en los campamentos 

A medida que se intensifica la ofensiva del gobierno sirio en la provincia de Idlib, y en respuesta al creciente número de personas desplazadas en la zona, aumentamos nuestras actividades en los campamentos, distribuyendo artículos de primera necesidad, mejorando el agua y el saneamiento, donando suministros médicos de emergencia y ampliando las actividades de nuestras clínicas móviles.

En octubre de 2019, tras el lanzamiento de las operaciones militares turcas en el norte de Siria, los residentes huyen de las ciudades y pueblos a lo largo de la frontera para escapar de los intensos bombardeos.

2020: ofensiva militar, crisis económica y pandemia mundial  

El año 2020 comenzó con la continuación de una enorme ofensiva militar en el noroeste de Siria, que provocó el desplazamiento de alrededor de un millón de personas. Muchas ya estaban desplazadas dentro del área y habían huido del conflicto varias veces en meses o años anteriores

La pandemia de COVID-19 empeoró aún más la ya precaria situación de salud en Siria. Cuatro meses después de que se declarara oficialmente la pandemia, la enfermedad llegó a Idlib y se confirmó un primer caso el 9 de julio. Los primeros casos de COVID-19 se produjeron en la comunidad médica y esto se convirtió en una preocupación creciente durante los meses siguientes. Incluso antes del brote, los recursos humanos eran muy limitados en el sector de la salud, y los hospitales de la región a menudo tenían que compartir personal médico para permanecer abiertos. En ese sentido, incluso unos pocos médicos contagiados por el virus y que se quedaran temporalmente sin trabajo podrían marcar una gran diferencia en el acceso a la atención médica. 

Mientras tanto, la crisis económica continuaba y la depreciación récord de la libra siria se convirtió en una realidad para la población de Siria, lo que se tradujo en una incapacidad para acceder a necesidades básicas como vivienda, alimentos y atención médica. Las personas refugiadas de algunos países vecinos también se vieron afectados por crisis económicas en los países de acogida, como en Líbano. 

Después de nueve años de guerra, el sistema de salud sirio estaba destrozado, con suministros limitados, poco personal médico e instalaciones de salud que a menudo estaban cerradas o ya no funcionaban. 

Enero. Miles de desplazados a la vez 

En el espacio de dos meses (diciembre de 2019 y enero de 2020), casi 390,000 personas huyen de campamentos y hogares en Idlib para escapar de los bombardeos diarios, los bombardeos aéreos y las ofensivas terrestres.  

Febrero. Los civiles son los más afectados 

Los hospitales apoyados por MSF cerca de la línea del frente en la provincia de Idlib reciben 185 heridos y 18 pacientes que mueren a su llegada como resultado de los ataques indiscriminados del gobierno sirio y sus aliados en áreas civiles. 

Marzo. Inviernos duros en entornos duros

MSF distribuye más de 300 toneladas de suministros para ayudar a más de 22,000 personas a mantener el calor y calentar sus tiendas de campaña en 21 campamentos y asentamientos que acogen a familias desplazadas por el conflicto.  

Abril. La pandemia de COVID-19 se avecina 

A medida que se informa de la primera muerte por COVID-19 en el noreste de Siria, a MSF le preocupa cada vez más que la región esté lamentablemente mal preparada para hacer frente a una pandemia. MSF trabaja con las autoridades sanitarias locales y otras organizaciones para prepararse para un aumento de pacientes con COVID-19. 

Agosto. COVID-19 amenaza el desmoronado sistema de salud 

A medida que aumenta el número de pacientes con COVID-19 en el noreste de Siria, la pandemia está teniendo un efecto dominó en otros servicios de salud en una región donde unas 700,000 personas son desplazadas de sus hogares. En toda la región y en el campamento de Al-Hol, más de 65,000 personas, en su mayoría mujeres y niños, han estado detenidas durante casi dos años, desde que las Fuerzas Democráticas Sirias tomaron el control del último territorio restante en Siria del grupo Estado Islámico.  

Septiembre. La COVID-19 golpea una prisión al aire libre 

El noroeste de Siria ve un fuerte aumento en el número de pacientes con COVID-19, lo que hace que una situación ya grave sea aún más desafiante.

En febrero de 2020, los hospitales apoyados por MSF cerca de la línea del frente en la provincia de Idlib reciben 185 heridos y 18 pacientes que mueren a su llegada como resultado de los ataques indiscriminados del gobierno sirio y sus aliados.

Marzo de 2021: la situación actual 

Una década después, el conflicto en Siria no ha terminado y las personas siguen sufriendo. Los efectos de la guerra continúan teniendo un impacto desastroso en los sirios de todo el mundo. Actualmente, casi 12 millones de sirios y sirias (la mitad de la población de antes de la guerra) están desplazados dentro y fuera de Siria

Unos 5,6 millones de refugiados y refugiadas se encuentran dispersos por todo el mundo, la mayoría en Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto. Alrededor de 6,2 millones de personas son desplazadas internas, el mayor número en todo el mundo, la mayoría de ellas viviendo en condiciones precarias.  

Una cifra récord de 12,4 millones de sirios y sirias (casi el 60% de la población), sufre inseguridad alimentaria, según los alarmantes datos nacionales del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA).  

En poco más de un año, otros 4,5 millones de sirios y sirias han sufrido inseguridad alimentaria. Una crisis económica, la pérdida de empleos como resultado de COVID-19 y el alza de los precios de los alimentos se han sumado a la difícil situación de las personas sirias que han sido desplazadas y desgastadas por una década de conflicto. 
 

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