Pfizer: El acuerdo de licencia sobre nuevo tratamiento oral contra COVID-19 desaprovecha capacidad de producción de genéricos en el mundo

Nasir Ghafoor/MSF

Recientemente Pfizer compartió los positivos resultados provisionales de su candidato antiviral oral COVID-19 PF-07321332 en combinación con ritonavir (Paxlovid). La anunciada licencia con el Fondo de Patentes de Medicamentos deaprovecha la capacidad disponible a nivel mundial, excluyendo a países con capacidad de producción de genéricos como Argentina y Brasil.

Recientemente Pfizer compartió los positivos resultados provisionales de su candidato antiviral oral COVID-19 PF-07321332 en combinación con ritonavir (Paxlovid). A la espera de la revisión regulatoria, la orientación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y un análisis completo de datos, esta opción aparece como una opción prometedora.

Pfizer no ha revelado el precio de este tratamiento, pero ha mencionado que tendrá un precio similar al de Merck para el tratamiento de la COVID-19, el molnupiravir, de unos $700 dólares estadounidenses por curso de tratamiento en los países de ingresos altos. Para los países de ingresos bajos y medios, se espera que Pfizer aplique una estrategia de «precios escalonados» basada en el nivel de ingresos de cada país.
 
Pfizer y el Fondo de Patentes de Medicamentos respaldado por la ONU anunciaron una licencia voluntaria sobre este tratamiento. A medida que la pandemia continúa, y a la luz de la extrema desigualdad que existe en el acceso a las vacunas a nivel mundial, esta es una gran oportunidad. Los medicamentos orales pueden producirse fácilmente, por más laboratorios y de forma más asequible como genéricos. Esto, combinado con el despliegue de pruebas de diagnóstico de COVID-19, podría reducir el número de casos graves de la enfermedad y la intensa carga sobre los sistemas de salud. Los acuerdos de licencia de las corporaciones farmacéuticas que crean incertidumbre y segmentación para la producción y el suministro de genéricos continúan siendo parte del problema más que parte de una solución real.  
 
Aún no hay patente sobre el candidato experimental PF-07321332, y el ritonavir no tiene patente desde el año pasado. En ausencia de patentes sobre ambos compuestos, los fabricantes capaces, particularmente los de países excluidos de esta licencia, tienen la oportunidad de explorar directamente la producción de genéricos. La posible evolución del panorama de las patentes muestra la urgencia de que los países adopten la exención de los ADPIC para el COVID19 y utilicen todas las opciones legales para eliminar las barreras e incertidumbres que dificultan la producción y el suministro ininterrumpido de genéricos.

Yuanqiong Hu, asesora principal de políticas legales de la Campaña de Acceso de MSF, declaró sobre la situación: “La licencia de Pfizer con el Fondo de Patentes de Medicamentos para su posible tratamiento antiviral oral ofrece el suministro a 95 países por parte de compañías genéricas que tomen la licencia, cubriendo alrededor del 53% de la población mundial, pero esto muestra nuevamente cómo las licencias voluntarias se quedan cortas y no aprovechan toda la capacidad disponible a nivel mundial para la producción y el suministro suficiente y sostenible de herramientas médicas que salvan vidas para todas las personas. Muchos países de ingresos medios y altos, como Argentina, Brasil, China, Malasia y Tailandia, en los que existe una capacidad de producción de genéricos establecida, están excluidos del territorio de la licencia.
 
Nos desanima ver otra licencia voluntaria restrictiva durante esta pandemia, mientras los casos continúan aumentando en muchos países. El mundo ahora sabe que el acceso a las herramientas médicas para el COVID-19 debe estar garantizado para todas las personas, en todas partes, si realmente queremos controlar esta pandemia.
 
Dado que la pandemia ya ha sacudido la infraestructura de salud pública de la mayoría de los países de ingresos bajos y medios, y los recursos de los ministerios de salud están al límite, el acceso equitativo a nuevos tratamientos y otras herramientas médicas para la COVID-19 solo será posible si estos tienen un precio cercano al costo de producción y se suministran en cantidades suficientes. Pfizer habla actualmente de una estrategia de precios escalonados, que sabemos por experiencia es innecesariamente compleja, mantiene el poder de decisión completamente en manos de las corporaciones farmacéuticas y da como resultado precios más altos en muchos países.
 
Hemos atestiguado la resistencia continua de Pfizer a compartir ampliamente su tecnología de la vacuna de ARNm contra la COVID-19, y ahora vemos cómo toma medidas muy limitadas en materia de terapias. Si Pfizer realmente quiere cumplir con su promesa de contribuir al acceso equitativo a este nuevo tratamiento, debería indicar claramente que no obstaculizará la producción abierta y la competencia de genéricos, en lugar de firmar licencias voluntarias restrictivas. A su vez, deberá levantar cualquier tipo de monopolio de la propiedad intelectual durante esta pandemia. Pfizer también debe abstenerse de buscar nuevos monopolios sobre el ritonavir, ya sea solo o en combinación con el otro compuesto, ya que el medicamento sigue siendo una parte importante de algunos regímenes antirretrovirales para personas que viven con VIH.
 
Es extremadamente importante que los gobiernos sigan utilizando todos los medios disponibles para garantizar que no haya restricciones en la producción de genéricos de este y otros tratamientos para el COVID-19 en cualquier lugar, con el fin de garantizar un verdadero acceso mundial a ellos y salvar tantas vidas como sea posible. Esto incluye no otorgar patentes sobre este tratamiento y la adopción de la ‘Exención de los ADPIC’ en la próxima Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) a finales de noviembre, ”.

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