Población refugiada de Sudán en Chad: “A salvo de las bombas, pero luchamos por sobrevivir”

Desde Médicos Sin Fronteras (MSF) instensificamos nuestro apoyo para con las población refugiada de Sudán en Chad.

La respuesta humanitaria actual es extremadamente insuficiente y se necesita urgentemente un mayor apoyo de otras organizaciones.

En los campos de Tine y Oure Cassoni, en el este de Chad, cerca de la frontera con Sudán, intensificamos nuestro apoyo a la población refugiada de Sudán.

En estos campos sobrepoblados, las personas se enfrentan a duras condiciones y tienen acceso limitado a alimentos, refugio, agua y atención médica.

La respuesta humanitaria actual es extremadamente insuficiente y se necesita urgentemente un mayor apoyo de otras organizaciones.

Un camino plagado de violencia y penurias

Desde Médicos Sin Fronteras (MSF) instensificamos nuestro apoyo para con las población refugiada de Sudán en Chad.
Afra huyó de la violencia de la guerra con sus cuatro hermanas. Campo de tránsito de Tine.

Se estima que 80.000 personas han cruzado la frontera desde Darfur Norte, Sudán, hacia el este de Chad. Esto lo hicieron llegando o pasando por las provincias de Wadi Fira y Ennedi Oriental, desde finales de abril.

La población refugiada de Sudán recién llegada son en su mayoría mujeres, niñas y niños. Huyeron de El Fasher y los campos circundantes tras los intensos ataques de las Fuerzas de Apoyo Rápido.

La población refugiada ahora se encuentran a salvo de las bombas en los campos de Tine y Oure Cassoni, separados por 130 kilómetros. Sim ebargo, ahora sufren un grave hacinamiento y tienen acceso limitado a servicios médicos esenciales.

Para ellos, el camino de El Fasher a Chad, que puede durar hasta 10 días, estuvo plagado de violencia y penurias. En ambos campos, nuestros equipos escuchan historias desgarradoras de violencia sufrida en Darfur Norte y en el trayecto hacia el este de Chad.

Muchas personas han resultado heridas o han visto a hombres y niños golpeados, heridos o asesinados, y a mujeres y niñas violadas. Se ha informado de que algunas personas murieron de sed en el camino.

Cuidados postoperatorios

Mahanat, de once años, perdió su mano izquierda el 11 de abril, cuando las Fuerzas de Apoyo Rápido lanzaron una ofensiva terrestre masiva contra las 500 000 personas desplazadas del campamento de Zamzam, en Sudán. Su madre comparte su historia.

Mahanat, de 11 años, perdió su mano izquierda el 11 de abril, cuando las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) lanzaron una ofensiva terrestre masiva contra el campo de Zamzam. Este campo albergaba a 500.000 personas, cerca de El Fasher.

Según la ONU, cientos de personas murieron solo en abril y el campo ha quedado completamente vacío. Mahanat escapó de los ataques mortales y ahora está en el campo de Tine con su madre.

El padre de Mahanat murió durante el ataque al campo de Zamzam. Una bomba de metralla le arrancó la mano izquierda y le clavó una parte en el ojo derecho —cuenta la madre de Mahanat—.

Mahanat llegó a la clínica de MSF en el campamento de Tine hace varias semanas. En cada ocasión, los médicos y las enfermeras tuvieron dificultades para acceder a la herida. El niño estaba traumatizado y sufría un dolor inmenso. Con el paso de los días, con tiempo, paciencia y confianza, Mahanat aceptó la atención.

Nuestros equipos han tratado heridas físicas causadas por disparos, metralla y minas terrestres. Ayudamos a pacientes con amputaciones mediante el manejo del dolor y medidas de prevención y control de infecciones. Aplicamos vendajes estériles para mantener las heridas limpias y secas.

En Tine, recientemente hemos incorporado un componente de salud mental a nuestra labor para apoyar mejor la recuperación de los pacientes.

Atendemos las crecientes necesidades de la población refugiada de Sudán

Isaac tiene 17 años. Su padre, Saad, explica lo que le sucedió.
«En abril (2025) explotó una bomba en nuestra casa en El Fasher, Isaac sufrió graves lesiones en los pies y nuestra casa quedó destruida por el fuego. Lo llevamos al hospital Saoudi y luego huimos a Korma. Llegamos a Tine hace tres días».
Isaac acudió a la clínica de MSF para que le cambiaran el vendaje y mantener limpia la herida.

Si bien intensificamos nuestras actividades en el campo de Tine en abril, la situación general se mantiene prácticamente sin cambios. Las abrumadoras necesidades de la población son muy extensas.

En MSF continuamos haciendo todo lo posible, pero una respuesta coordinada y reforzada de otros actores humanitarios es esencial para atender las urgentes demandas sobre el terreno.

“Una vez más, pedimos a los donantes, a la ONU y a las organizaciones humanitarias que comiencen a proporcionar o amplíen el apoyo en materia de alimentos, alojamiento, saneamiento y atención médica, incluyendo servicios de salud mental. La respuesta actual es extremadamente insuficiente”

Claire San Filippo, coordinadora de emergencias de MSF para Sudán.

Estamos aumentando la disponibilidad de servicios sanitarios esenciales en los campos de Tine y Oure Cassoni.

Nuestro trabajo en el campo de Tine

El personal de MSF Knut Gunnar Maehlumshagen junto a alimentos terapéuticos listos para el consumo llamados Plumpy-nut.
El personal de MSF Knut Gunnar Maehlumshagen junto a alimentos terapéuticos listos para el consumo llamados Plumpy-nut.

Desde abril de 2025 hasta la fecha de redacción de este artículo, hemos realizado más de 7.700 consultas en el puesto de salud de Tine.

Nos preocupa la tasa global de desnutrición entre los niños y niñas menores de cinco años del campo, que alcanza el 18%. Además, un 3% presenta desnutrición grave. Para ayudar a frenar la propagación del sarampión en el campo, hemos vacunado a 5.755 niños y niñas.

Las mujeres embarazadas y las sobrevivientes de violencia sexual pueden recibir atención en el puesto de salud. También, nuestro personal puede derivar a pacientes críticos a hospitales locales.

Una mujer refugiada recoge agua de un charco. El agua potable escasea considerablemente en el campamento de Oure Cassoni. Tras evaluar la situación, por el momento, suministramos agua mediante camiones cisterna mientras exploramos intervenciones más sostenibles. 

Desde abril de 2025 hasta la fecha, se han realizado 1.322 consultas sobre salud sexual y reproductiva. Durante las últimas cuatro semanas de actividades, 16 sobrevivientes de violencia sexual fueron atendidas en el puesto de salud.

Para apoyar la salud general de las personas en el campo, hemos construido 40 letrinas de emergencia. Somos la única organización en el campo que proporciona agua a la población refugiada de Sudán, lo cual sigue siendo un grave problema para los residentes.

Si bien proporcionábamos el mínimo necesario por persona y día, el repentino aumento del número de personas en el campo debido a la suspensión de las reubicaciones ha incrementado las necesidades.

Nuestra labor en el campo de Oure Cassoni

Distribución de agua en el campo de refugiados de Tine.
Distribución de agua en el campo de refugiados de Tine.

En el campo de Oure Cassoni, realizamos una evaluación rápida de la situación para comprender las necesidades de la población y preparar una respuesta adecuada. Por el momento, suministramos agua mediante camiones cisterna y exploramos intervenciones más sostenibles.

Si bien este campo ya albergaba 56.000 personas, el pasado abril se alojó a 40.000 refugiados más. Estos recién llegados se han instalado con lo que tienen, pero viven en refugios improvisados ​​y sin letrinas ni otras infraestructuras básicas.

Si bien se está llevando a cabo una respuesta humanitaria para la población refugiada de Sudán recién llegada, nuestros equipos son conscientes de las numerosas necesidades insatisfechas y de la gran cantidad de personas que se espera que lleguen desde Darfur Norte.

“No se prevé que el número de personas que llegan al puesto fronterizo de Tine disminuya en las próximas semanas. Es probable que la próxima temporada de lluvias empeore las ya precarias condiciones de vida, propague enfermedades y agrave la inseguridad alimentaria y la falta de saneamiento. Estamos profundamente alarmados por las difíciles condiciones en los campos de Tine y Oure Cassoni. Se necesita urgentemente una acción humanitaria a gran escala para evitar que la situación se deteriore aún más”. 

Claire San Filippo, coordinadora de emergencias de MSF para Sudán.
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