Los nuevos brotes de cólera en el sur de África, sumado a la escasez mundial de vacunas contra esta enfermedad, han puesto de nuevo el foco en una problemática prevenible.
¿Qué es el cólera?
El cólera es una enfermedad causada por comer o beber algo contaminado con la bacteria del cólera. Las personas con esta enfermedad desarrollan diarrea profusa y (a veces también vómitos), lo que conduce a la deshidratación. Pueden morir muy rápidamente, a veces en 24 horas.
Como la bacteria del cólera vive en el agua, las epidemias pueden propagarse muy rápidamente si la gente no tiene acceso a agua limpia.
Conocé más sobre el cólera
¿Qué provoca el cólera?
La bacteria produce una enterotoxina que provoca una diarrea copiosa, indolora y acuosa que puede conducir con rapidez a una deshidratación grave, e incluso, a la muerte si no se trata oportunamente.
La mayor parte de los pacientes presentan también vómitos. La mayoría de los casos sintomáticos tienen síntomas leves o moderados.
Nuevos brotes de cólera en África
Todos los países en los que trabajamos en el sur de África se han visto afectados por el cólera en 2023. Desde principios de año, hemos realizado intervenciones de cólera en Zimbabue (Harare, Beitbridge, Chegutu), Mozambique (Quelimane, Macomia), Malaui (Mangochi, Lilongwe, Blantyre) y Sudáfrica (Hammanskraal).
El cólera no es una enfermedad nueva en el sur de África. En países como Malawi, Zimbabue y Mozambique, el cólera es endémico. Esto significa que es de esperar un cierto número de casos de cólera, porque la bacteria del cólera está presente y las condiciones ambientales facilitan su propagación.
En 2022 ya se produjo un aumento mundial del número de casos de cólera, por lo que la situación no es exclusiva del sur de África. Esta tendencia de 2022 se ha prolongado hasta 2023. Pero los brotes de cólera no sólo se han producido en los países endémicos (Malawi, Mozambique, Zimbabue), sino también en Sudáfrica, lo que fue inesperado y preocupante. Y los brotes a gran escala de Malawi y Mozambique no forman parte del patrón endémico habitual.
La falta de acceso al agua potable y al tratamiento de aguas residuales en varios lugares de los países afectados sin duda influye. También son importantes los fenómenos meteorológicos extremos. El ciclón Freddy, que azotó (entre otros países) Mozambique y Malaui, contribuyó a un pico de casos de cólera. El ciclón destruyó infraestructuras y provocó graves inundaciones, que destruyeron el acceso al agua potable e hicieron que la bacteria del cólera se propagara muy rápidamente.
Además, desde 2022 hay una falta crónica de vacunas contra el cólera. Las vacunas contra el cólera no sólo sirven para detener las epidemias de cólera, sino también para prevenirlas. Sin embargo, debido a la escasez de vacunas, las autoridades son reacias a vacunar de forma preventiva, para asegurarse de que quedan dosis suficientes para vacunar en caso de brote. La escasez no sólo dificulta el fin de las epidemias de cólera, sino que también permite que se inicien más brotes.
¿Cómo puede combatirse el cólera?
Por desgracia, no parece que el cólera vaya a desaparecer pronto. Las zonas con mucha pobreza y falta de buenas infraestructuras hídricas son siempre vulnerables a la enfermedad. El calentamiento global significa más ciclones e inundaciones para esta parte del mundo, y sabemos que eso aumenta aún más el riesgo de brotes de cólera.
Lo primero que hay que hacer es aumentar la disponibilidad de vacunas. La escasez actual es un problema y, como esperamos más brotes, el problema no hará más que agravarse.
Dada la importancia del agua limpia, los gobiernos y otras organizaciones también tendrán que invertir en infraestructuras sólidas de agua potable y gestión de residuos. Esta es la única solución a largo plazo para el cólera y, dado el mayor riesgo por el cambio climático, es necesario acelerar las inversiones.
Mientras tanto, como siguen produciéndose brotes, es importante organizar campañas de promoción de la salud y formar al personal médico para tratar el cólera. Esta enfermedad puede matar rápidamente, por lo que las intervenciones médicas rápidas y adecuadas son cruciales. Si no podemos evitar que la gente enferme de cólera, al menos debemos evitar que muera por su causa.
