Cuando, debido a la pandemia de COVID-19, el Gobierno de Jordania impuso un confinamiento estricto entre mediados de marzo y finales de mayo, tuvimos que adaptar, modificar o suspender nuestros proyectos.
Cirugía reconstructiva
Nuestro hospital de cirugía reconstructiva en Ammán proporciona atención integral a heridos procedentes de toda la región. Sin embargo, el cierre de fronteras al comienzo de la pandemia obligó a suspender los ingresos durante algunos meses y a limitar las actividades a la cirugía esencial para los pacientes ya ingresados.
Cuando los casos de COVID-19 alcanzaron su máximo en noviembre, respondimos a la solicitud de asistencia del Ministerio de Salud abriendo un servicio específico de 40 camas en nuestro hospital. Estas actividades concluyeron a finales de diciembre, tras reducirse los casos.
Enfermedades no transmisibles y salud mental
Nuestras dos clínicas en la gobernación de Irbid brindan a refugiados sirios y jordanos vulnerables tratamiento para enfermedades no transmisibles, como la diabetes y la hipertensión, que son las principales causas de muerte en la región. Nuestros servicios incluyen atención médica y de salud mental, apoyo psicosocial, fisioterapia y promoción de la salud. En marzo, cuando comenzó el confinamiento, realizamos parte de estas actividades mediante consultas telefónicas y organizamos el reabastecimiento de medicamentos a domicilio.
En nuestros proyectos de salud mental en Irbid y Mafraq, también llevamos a cabo consultas a distancia hasta que fue seguro para los pacientes regresar a la clínica.
Campo de refugiados Zaatari
Al comienzo de la pandemia de COVID-19, en respuesta a las necesidades identificadas por ACNUR (*), apoyamos las actividades de tratamiento en el campo de Zaatari. Se dio por sentado que el virus se propagaría rápidamente en el asentamiento y que los hospitales públicos colapsarían, por lo que, tras evaluar las necesidades, abrimos un pequeño centro especializado, en cooperación con el Ministerio de Salud, ACNUR y otras organizaciones.
Estas actividades incluían el seguimiento de las personas con diagnóstico confirmado y de sus contactos, el traslado a nuestro centro de las personas con necesidad de ingreso y la derivación de los casos más graves al hospital público de Mafraq.
(*) Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.