Cada año, unas 500.000 personas huyen de la violencia y la pobreza en El Salvador, Honduras y Guatemala, y van hacia México. Rachel Kiddell-Monroe resume la difícil situación que viven los que huyen de la violencia en la ruta hacia EEUU y Canadá.
Sudán está enfrentando una de las peores crisis que el mundo ha visto en décadas. La guerra provoca niveles extremos de violencia y sufrimiento en todo el país. Las necesidades médicas aumentan día a día, pero la respuesta humanitaria es insuficiente.
Pedimos la suspensión de las deportaciones desde Estados Unidos, epicentro del coronavirus, al resto del continente americano y el Caribe. Este traslado colectivo de personas vulnerables ha seguido a pesar del riesgo de contagio del coronavirus COVID-19 y las implicaciones en su salud.
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