Libia: el reto de la ayuda médica

Las necesidades médicas en Libia se incrementan como resultado del agravamiento de las tensiones en el este del país. Los combates se han propagado más allá de la ciudad de Bengasi, escenario de enfrentamientos armados desde hace más de un año, hasta llegar a Derna, bastión del Estado Islámico (EI) y zona donde hace tres […]

Las necesidades médicas en Libia se incrementan como resultado del agravamiento de las tensiones en el este del país. Los combates se han propagado más allá de la ciudad de Bengasi, escenario de enfrentamientos armados desde hace más de un año, hasta llegar a Derna, bastión del Estado Islámico (EI) y zona donde hace tres semanas dieron comienzo los enfrentamientos. La violencia ha puesto a prueba el sistema de salud y ha desencadenado nuevos movimientos de población. Así, más de 2.000 familias buscan ahora mismo refugio en Bengasi.

Un equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) emplazado en Al-Bayda, al este Libia, desde hace dos semanas, ha comenzado a prestar apoyo a los hospitales de la zona. En Bengasi se localizan siete grandes hospitales, pero sólo tres continúan operativos. MSF proporcionó 100 kits quirúrgicos para el tratamiento de heridos al hospital de Al Jalah que había agotado sus reservas tras atender a muchos de los pacientes heridos en los últimos combates. La organización médico-humanitaria también donó medicamentos a un centro psiquiátrico en Bengasi y al hospital general de Al-Marj, situado entre Bengasi y Al-Bayda.

«Hemos tenido que superar multitud de obstáculos y problemas para entregar todos estos fármacos  y suministros médicos«, explica la doctora Anne-Marie Pegg, coordinadora general de MSF en Libia. «Fue un reto conseguir un avión que transportara la carga a Libia y, a continuación, tuvimos que afrontar un transporte por carretera que resulta muy peligroso debido a la inseguridad que se vive tanto al este como al oeste del país”, añade Anne-Marie. 

Cuando han pasado más de cuatro años de la caída de Gadafi, Libia está dividida en dos zonas, cada una con su propio gobierno: uno en el oeste del país, en Trípoli, mientras el otro se localiza en el este, en Tobruk. Numerosas líneas divisorias surcan Libia a lo largo de las cuales el EI ha aumentado su poder. En las últimas fechas, los enfrentamientos armados se han intensificado entre las fuerzas del EI en Derna, las facciones islámicas y el ejército del Gobierno de Tobruk.

Para asegurar que los pacientes heridos en el área de Derna pueden recibir tratamiento, el equipo de Médicos Sin Fronteras ha trabajado para aumentar la capacidad de hospitalización y tratamiento de urgencia del centro de salud de Al-Qubbah, emplazado entre Derna y Al-Bayda, cerca de la línea del frente. «El quirófano está siendo rehabilitado y en breve un equipo quirúrgico se desplazará a trabajar en esta unidad de hospitalización«, afirma la doctora Pegg.

Los combates en la zona también han empujado a los desplazados a buscar refugio en Al-Qubbah, que ha pasado de contar con una población de 60.000 personas a albergar a más de 100.000. Esto se está traduciendo en un aumento de la  presión sobre un sistema de salud ya debilitado a causa de la división del país. En el este, los hospitales y clínicas públicas dependen de la secretaría de Salud del Gobierno de Tobruk, establecido hace apenas un año y carente de recursos.

 

Médicos Sin Fronteras ha trabajado en Libia varios momentos. En la primera ocasión, en 2011 y 2012, nuestros equipos trataron heridos en Misrata y proporcionaron atención en materia de salud mental. En ese mismo periodo, Médicos Sin Fronteras también facilitó apoyo a hospitales de Trípoli, Bengasi y otras ciudades. En 2013, Médicos Sin Fronteras brindó atención física y mental a pacientes que presentaban lesiones relacionadas con el conflicto.

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