Gaza: la violencia indiscriminada y el castigo colectivo deben terminar

Milicianos palestinos lanzan una salva de cohetes desde Gaza mientras un misil israelí lanzado desde el sistema de defensa antimisiles, denominado Cúpula de Hierro, intenta interceptar los cohetes, disparados desde la Franja de Gaza, sobre la ciudad de Netivot, en el sur de Israel, el 8 de octubre de 2023Mahmud Hams/AFP.

El conflicto entre Israel y Hamás desencadenó una catástrofe humanitaria sin precedentes. Más de 2.2 millones de personas se encuentran atrapadas en Gaza, expuestas a crónicos bombardeos que amenazan su vida. Pedimos el cese inmediato de este devastador derramamiento de sangre.

Estamos horrorizados por la brutal matanza masiva de civiles perpetrada por Hamás y por los ataques masivos contra Gaza que ahora lleva a cabo Israel.

Pedimos el cese inmediato del derramamiento de sangre indiscriminado y el establecimiento de espacios y de corredores seguros para que las personas lleguen a la organización con carácter de urgencia.

Las personas deben tener acceso seguro a suministros esenciales como alimentos, agua y servicios de salud. También se debe permitir la entrada a Gaza de suministros humanitarios esenciales como medicinas, equipos médicos, alimentos, combustible y agua. Para facilitar esto, se debe abrir el cruce fronterizo de Rafah con Egipto y deben cesar los bombardeos en ese cruce.

Alrededor de 2.2 millones de personas se encuentran actualmente atrapadas en la franja de Gaza, donde los bombardeos indiscriminados han convertido una crisis humanitaria crónica en una catástrofe.

Más de 300 trabajadores de nuestra organización se encuentran en Gaza, algunos de los cuales han perdido sus hogares o familiares; y les ha resultado prácticamente imposible movilizarse.

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“Los aviones de combate están demoliendo calles enteras manzana por manzana. No hay lugar donde esconderse ni tiempo para descansar. Algunos lugares están siendo bombardeados todas las noches de forma consecutiva. Sabemos lo que sucedió en 2014 y en 2021, miles de personas murieron”, afirma Matthias Kennes, jefe de misión de nuestra organización en Gaza.

“Cada vez que nuestros colegas médicos se van a trabajar, no saben si volverán a ver sus casas o a sus familias. Pero ellos dicen que esta situación es diferente. Esta vez, después de cinco días, ya se han producido 1.200 fallecidos. ¿Qué puede hacer las personas? ¿Adónde se supone que deben ir?”, añade.

Millones de hombres, mujeres y niños se enfrentan a un castigo colectivo en forma de asedio total, bombardeos indiscriminados y la amenaza inminente de una batalla terrestre. Se deben establecer espacios seguros y se debe permitir la entrada de suministros humanitarios a Gaza.

Los heridos y enfermos deben recibir atención médica. Las instalaciones y el personal médicos deben ser protegidos y respetados. Los hospitales y las ambulancias no son objetivos.

El asedio impuesto por el gobierno israelí, que incluye la retención de alimentos, agua, combustible y electricidad, es inescrupuloso. Tras 16 años de bloqueo militar en la Franja de Gaza, las estructuras médicas internas ya están debilitadas.

Este asedio no da respiro a los pacientes atrapados en los combates ni al personal médico. Representa un bloqueo intencional de artículos que salvan vidas. Se debe facilitar urgentemente la entrada de estos suministros y del personal médico clave.

“En los hospitales del Ministerio de Salud, el personal médico informa que se están quedando sin insumos anestésicos y analgésicos. Por parte de MSF, trasladamos suministros médicos de nuestras reservas de emergencia para dos meses al hospital de Al Awda y en tres días ya hemos utilizado las existencias que usualmente son para tres semanas”, comenta Darwin Díaz, coordinador médico de nuestra organización en Gaza.

Atención médica paralizada en medio del conflicto entre Israel y Hamás

Nuestros equipos, incluido el personal médico, tiene sus movimientos extremadamente restringidos desde el sábado; no pueden obtener un paso seguro para apoyar a los colegas médicos palestinos que trabajan día y noche para tratar a los heridos.

Los hombres, las mujeres y los niños que no desempeñan ningún papel en las hostilidades no tienen refugios seguros a los que acudir. Nuestro personal está siendo testigos de un nivel de destrucción que puede que ya supere las escaladas anteriores.

Dos de los hospitales que apoyamos, Al Awda y el Hospital Indonesio, sufrieron daños en los ataques aéreos, mientras que nuestra propia clínica experimentó algunos daños en una explosión el día lunes.

Actualmente, gestionamos una clínica independiente que brinda apoyo al hospital Al Awda, al hospital Nasser y al hospital indonesio en Gaza. Además, reabrimos un quirófano en Al-Shifa el 10 de octubre para recibir a pacientes con quemaduras y traumatizados.

Asimismo, hemos donado suministros médicos al hospital Al Shifa y continuaremos proporcionando apoyo a los hospitales. Nuestros equipos en Jenin, Hebrón y Nablus están evaluando activamente las necesidades médicas en Cisjordania, a medida que aumenta la violencia. Al menos 27 palestinos han muerto en ataques de colonos y enfrentamientos con el ejército israelí.

Los civiles, la infraestructura civil y las instalaciones sanitarias deben estar protegidos en todo momento. Pedimos al Gobierno de Israel que cese su campaña de castigo colectivo contra toda Gaza.

Las autoridades y facciones israelíes y palestinas deben establecer espacios seguros. Es necesario facilitar urgentemente la entrada de asistencia humanitaria, alimentos, agua, combustible, medicinas y equipos médicos a la Franja de Gaza; no hacerlo costará más vidas.

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