Integrantes de Médicos Sin Fronteras (MSF) recientemente tuvieron acceso a dos centros de detención en Libia y se encontraron con una situación médica catastrófica entre las personas detenidas allí. Las condiciones en las que se encuentran los refugiados, migrantes y solicitantes de asilo en Libia es cada vez más peor.
Se cumple un año del cierre de los puertos italianos a los barcos humanitarios y del desembarco del Aquarius en Valencia. Desde entonces, al menos 1.151 hombres, mujeres y niños han muerto en esta zona y más de 10.000 han sido obligadas a regresar a Libia.
Jai Defranciscis es una enfermera que trabajó como Coordinadora de Actividades de Enfermería en Misrata, Libia, donde Médicos Sin Fronteras (MSF) está brindando atención a migrantes, refugiados y solicitantes de asilo que enfrentan detenciones arbitrarias y sufrimientos extremos. Así recuerda su experiencia.