Afganistán: cientos de heridos tras los intensos combates en la provincia de Kunduz

Jan tiene 80 años y fue herido en un fuego cruzado cuando intentaba ir al bazaar. Se recupera en una clínica de Médicos Sin Fronteras en Kunduz, Afganistán. ©MSF

Kabul, 26 de junio de 2015.- Los intensos combates entre las fuerzas de seguridad afganas y los grupos armados de la oposición en la provincia de Kunduz han elevado el número de heridos que han llegado al centro de trauma de Médicos Sin Fronteras (MSF) en la ciudad de Kunduz. Del 20 al 23 de […]

Kabul, 26 de junio de 2015.- Los intensos combates entre las fuerzas de seguridad afganas y los grupos armados de la oposición en la provincia de Kunduz han elevado el número de heridos que han llegado al centro de trauma de Médicos Sin Fronteras (MSF) en la ciudad de Kunduz. Del 20 al 23 de junio, los equipos médicos de MSF trataron a 77 pacientes que resultaron heridos directamente durante los enfrentamientos; un tercio de ellos eran mujeres y niños.

La mayoría de los pacientes heridos admitidos en el centro de trauma provenían del distrito de Chardara, a unos diez kilómetros de la ciudad de Kunduz, que ha estado envuelto en los combates desde el sábado 20 de junio. La mayor parte de los pacientes había sufrido explosiones de bomba o heridas de bala, y los cirujanos de MSF trataron graves lesiones abdominales, de las extremidades y de la cabeza. Los combates activos han decrecido desde el miércoles pasado, pero la situación continúa siendo tensa.

«Los civiles se han visto atrapados durante cuatro días de intensos combates, con proyectiles alcanzando sus casas«, dijo Heman Nagarathnam, jefe de programas de MSF en el norte de Afganistán. «El lunes, tres mujeres y tres niños de una aldea del distrito de Chardara fueron admitidos en el centro de trauma de MSF tras sufrir heridas luego de que su casa fuese dañada durante la noche. «

La provincia de Kunduz ha sido testigo de un significativo aumento de los enfrentamientos desde el año pasado. La afluencia de heridos durante esta semana le sigue a otra ola de violencia ocurrida en mayo, cuando los equipos de MSF trataron a 204 heridos de guerra en tres semanas.

La continua inseguridad hace que a las personas les resulte extremadamente difícil llegar de la ciudad de Kunduz al distrito de Chardara, particularmente en la noche cuando hay riesgos de quedar atrapados en medio de disparos, explosión de minas terrestres o quedar demorados en múltiples puestos de control.

Nuestro equipo puede asistir a los pacientes que logran llegar al centro, pero estamos preocupados por las personas que no consiguen llegar a la ciudad a tiempo”, dice Nagarathnam. “El centro de MSF es la única facilidad en toda la región noreste de Afganistán en condiciones de proporcionar asistencia quirúrgica vital y urgente, por lo que las personas no tienen más opción que realizar el peligroso viaje para llegar a nosotros”.

La noche del lunes, diez niños y adolescentes entre 8 y 18 años arribaron al centro de trauma con heridas provocadas cuando un proyectil impactó contra la mezquita donde estaban estudiando. Los miembros de la comunidad que trasladaron a los heridos hasta el centro le dijeron al personal de MSF que aproximadamente 30 jóvenes estaban en la mezquita cuando impactó el mortero, pero sabiendo las dificultades de acceso a la ciudad de Kunduz, decidieron traer únicamente a los diez que presentaban heridas más severas.

“Lo que normalmente sería un viaje de 30 minutos les tomó más de dos horas”, dice Nagarathnam. “Después de conducir durante una parte del camino, temían toparse con minas terrestres en la carretera, por lo que decidieron caminar por una ruta diferente en cambio, llevando a los niños. Luego tomaron un bote por el río Kunduz y les dispararon al confundirlos con combatientes. Una vez que llegaron a la ciudad de Kunduz, le hicieron señas a unos vehículos para que los llevaran el resto del camino hasta el centro de trauma”.

Dadas las enormes dificultades que enfrentan las personas en el distrito de Chardara para llegar a la ciudad de Kunduz, MSF está tomando medidas para ayudar a mejorar su acceso a atención médica. El martes 23 de junio, MSF abrió un puesto de estabilización en el distrito de Chardara, donde las enfermeras proveerán de atención inmediata en trauma a los pacientes antes de que puedan ser transportados a la ciudad de Kunduz.

 

 

MSF comenzó a trabajar en Afganistán en 1980. En Kunduz, como en el resto de Afganistán, tanto el personal nacional como internacional trabajan juntos para asegurar la mejor calidad de tratamiento. MSF apoya al Ministerio Público de Salud en el hospital de Ahmad Shah Baba en el este de Kabul, la maternidad Dasht-e-Barchi en el oeste de la capital y el hospital Boost en Lashkar Gah, en la provincia de Helmand. En Khost, en el este del país, MSF opera una maternidad. MSF se financia únicamente a través de aportes privados para su trabajo en Afganistán y no acepta dinero de ningún gobierno.

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