Más de 650.000 refugiados rohingyas han huido de Birmania a Bangladesh desde el 25 de agosto. Huyen de una campaña de violencia con un objetivo muy concreto.
A partir del 21 de diciembre, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha visto más de 2.500 casos sospechosos de difteria en sus instalaciones de salud y el número sigue aumentando cada día. La mayoría de los pacientes tienen entre 5 y 14 años.
Encuestas realizadas por Médicos Sin Fronteras (MSF) en campos de refugiados en Bangladesh estiman que al menos 9.000 rohingyas murieron en Myanmar, en el estado de Rakhine, entre el 25 de agosto y el 24 de septiembre. De todas estas muertes, el 71.7% habrían sido causadas por violencia, lo que resultan en que al menos 6.700 rohingyas, en las estimaciones más conservadoras, murieron asesinados; entre los cuales habría al menos 730 menores de 5 años.
"Vi casas quemándose frente a la mía y también vi a personas a las que les disparaban, amputaban, personas que terminaban asesinadas. Ellos no permitían que las personas huyeran. Esto es lo que está pasando ahora”.