24.08.2018
Rohingyas en primera persona: "no somos apátridas, todavía somos de Birmania"
Abu Ahmad es padre de ocho hijos. Rukia, su hija de 11 años, quedó paralizada poco antes de que estallara la violencia en agosto de 2017. Después de llegar a Bangladesh, ella pasó más de siete meses en las instalaciones médicas de MSF en Kutupalong. Ahora Rukia regresa cada dos días para recibir tratamiento por sus úlceras. Aquí, Abu relata cómo huyó junto a su familia, cómo es la vida en Bangladesh y sus esperanzas para el futuro.
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