Existe una grave escasez de personal médico en Sierra Leona, lo que provoca que los grupos más vulnerables carezcan de servicios suficientes. Nuestros equipos siguieron trabajando para suplir algunas de estas deficiencias, brindando atención médica a menores de 5 años, mujeres embarazadas y madres lactantes. Nuestros equipos trabajaron en 13 unidades de salud periféricas de tres jefaturas (Gorama Mende, Wandor y Nongowa) y un hospital en Hangha (en el distrito de Kenema); en estas estructuras, colaboramos en los centros intensivos de nutrición terapéutica, en las pediatrías y en los programas de tratamiento de la malaria.
En el distrito de Tonkolili, dimos apoyo al hospital del distrito de Magburaka y a nueve unidades de salud periféricas, donde mejoramos la prevención y control de infecciones, los sistemas de agua y saneamiento, el suministro de medicamentos esenciales y la capacitación del personal. Nuestros servicios incluyeron planificación familiar, prevención de la transmisión del VIH de madre a hijo, apoyo psicosocial y atención a supervivientes de violencia sexual y de género.
En la ciudad de Makeni (en el distrito de Bombali), cooperamos con el programa nacional de tuberculosis para implementar un modelo de atención ambulatoria, que diagnosticaba y trataba la TB resistente a los medicamentos en las mismas comunidades. También continuamos dando apoyo al principal centro de tuberculosis del país, que se encuentra en el Hospital Lakka de la capital, Freetown.
MSF también colaboró en la respuesta nacional a el COVID-19, adaptando una instalación gubernamental de Freetown para convertirla en un centro de tratamiento de 120 camas; también capacitamos al personal sanitario. Además, la unidad de aislamiento para pacientes con fiebre de Lassa del hospital público de Kenema se renovó y se utilizó como centro de tratamiento de el COVID-19 (con una capacidad inicial de 25 camas).
Finalmente, regresaron al país los estudiantes de Enfermería y Matronería que la Academia de MSF había enviado a Ghana a perfeccionar sus conocimientos durante dos años. La inversión de MSF en recursos humanos sanitarios es un compromiso para mejorar la calidad de la atención a los pacientes.