En la capital, Niamey, la ciudad con más casos, MSF instaló un centro de tratamiento. También ayudamos en la centralita para avisos de COVID-19 habilitada en Niamey y en algunas instalaciones de salud en otras ciudades importantes del país.
A partir de junio, las fuertes lluvias sumergieron los distritos más empobrecidos de la capital y varias partes de Maradi, Tahoua y Tillabéri. En Niamey, suministramos agua potable y desplegamos clínicas móviles para ayudar a las personas que habían sido desplazadas de sus hogares debido a las inundaciones; además, distribuimos artículos de primera necesidad y brindamos apoyo psicológico en las zonas más afectadas de la capital.
En Diffa, Maradi, Magaria y Tillabéri, nuestros equipos trataron a más pacientes con malaria que en 2019, principalmente porque la pandemia había provocado una escasez de medicamentos y falta de acceso a la atención médica. El inicio temprano de la temporada de lluvias también tuvo como resultado un aumento de la transmisión de la enfermedad.
De octubre a diciembre, colaboramos con un hospital regional en Niamey para que pudiera mejorar la atención a menores de 15 años; este apoyo consistió en aumentar su capacidad de hospitalización, capacitar al personal y donar medicamentos. También mantuvimos nuestras ayudas al Ministerio de Salud en términos de hospitalización de niños con desnutrición aguda en Madarounfa y Magaria. Con el fin de reducir el número de niños con casos complicados de desnutrición, mantuvimos nuestro enfoque preventivo y comunitario, que se articula, por ejemplo, con el tratamiento temprano de la malaria, las infecciones respiratorias agudas y la diarrea.
A pesar del cierre de la frontera con Argelia durante la pandemia, las devoluciones ilegales de migrantes a Níger continuaron en 2020. Los equipos de MSF en Agadez donaron suministros de salud esenciales, brindaron apoyo psicosocial y organizaron operaciones de búsqueda y rescate para ayudar a personas perdidas o abandonadas en el desierto.
Durante todo el año, también colaboramos con las personas desplazadas por la violencia y las comunidades que las acogieron en las regiones de Tillabéri y Diffa; ofrecimos atención médica, distribuimos artículos de primera necesidad y pedimos a las autoridades pertinentes que garantizaran la protección de estas personas y aumentaran la asistencia humanitaria.