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Médicos Sin Fronteras en Malasia

En 2020, a pesar de los obstáculos impuestos por el COVID-19, Médicos Sin Fronteras continuó ofreciendo atención médica general y apoyo en salud mental a los rohingyas y a otras comunidades refugiadas.

Personal* en 2020:  
58
Gasto en 2020:  
2,3 millones de euros
Médicos sin fronteras trabajó por primera vez en: 
2004
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MSF lleva desde 2015 proporcionando asistencia médica a personas refugiadas y solicitantes de asilo en Malasia. Este país no es firmante de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de las Naciones Unidas de 1951, por lo que estas personas son penalizadas por la legislación nacional: se arriesgan a ser arrestadas y tienen poco acceso a la atención médica y a la protección.

Trabajamos en estrecha colaboración con las comunidades refugiadas, con el fin de asistirlas en aquellas necesidades que ellas mismas identifiquen. Aunque el COVID-19 interrumpió temporalmente algunos de nuestros servicios, seguimos brindando apoyo y nos centramos en las personas afectadas por la pandemia, con distribuciones de alimentos y suministro de medicación. Asimismo, proporcionamos atención médica general, promoción de la salud y asesoramiento y apoyo psicosocial mediante clínicas móviles y una clínica fija en Penang, todo ello en colaboración con la ONG local ACTS. También colaboramos con clínicas locales y hospitales públicos para derivar a los pacientes con necesidades específicas.

En colaboración con otras dos ONG, Mercy Malasia y Suka Society, trabajamos en varios centros de detención de migrantes. Además de ofrecer atención médica y apoyo en salud mental, distribuimos artículos de primera necesidad y de higiene, tales como jabón, toallas sanitarias y pañales.

Nuestras actividades de incidencia política y trabajo en red se centraron en los refugiados y solicitantes de asilo que necesitaban protección. Derivamos a los solicitantes de asilo a ACNUR (*) para que evaluara su estatus y en su caso fueran registrados como refugiados. También seguimos abogando por el desembarco seguro de los rohingyas que intentan llegar a Malasia por mar; precisamente, en junio, atendimos y asesoramos a grupos de rohingyas llegados a la isla de Langkawi. MSF reclamó a las autoridades una respuesta al COVID-19 con “atención médica para todo el mundo” y la reforma legal para que refugiados y solicitantes de asilo no sean penalizados ni arrestados cuando se acercan a un centro de salud para pedir atención médica, por ejemplo para el COVID-19.

(*) Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.

Cifra médica destacada

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Este artículo ofrece una visión general de nuestro trabajo en este país entre enero y diciembre de 2020; es un resumen que no puede considerarse exhaustivo. En 2020, contábamos con 58 profesionales,* entre personal nacional e internacional, y gastamos 2,3 millones de euros en nuestras actividades médico-humanitarias. Trabajamos por primera vez en este país en 2004. Para ver las últimas noticias consultar el archivo de noticias de Malasia.

* La cifra de personal equivale al total de puestos a tiempo completo o FTE (del inglés full-time equivalent). Por ejemplo, dos personas a media jornada equivalen a un FTE.