El año estuvo marcado por repetidos estallidos de violencia armada, seguidos de nuevas oleadas de desplazamientos, especialmente en las regiones Noroeste y Suroeste. Para diciembre, un total de 705.000 personas habían huido de sus hogares, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA). El nivel de violencia tuvo un impacto grave en el acceso a los servicios médicos en estas regiones.
Para responder a las mayores necesidades, colaboramos con cerca de 30 hospitales y centros de salud y mantuvimos un servicio de ambulancias (disponible las 24 horas del día), que facilitó más de 9.000 derivaciones. Nuestros equipos de agentes de salud en las comunidades −capacitados para tratar casos simples de enfermedades comunes, como la malaria y la diarrea− atendieron más de 150.000 consultas.
El 10 de diciembre, las autoridades suspendieron los acuerdos entre MSF y las instalaciones del Ministerio de Salud en el Noroeste, lo que llevó al cese práctico de nuestras actividades y dejó importantes deficiencias en los servicios médicos de la región.
Refugiados y desplazados en el Extremo Norte
La población del Extremo Norte de Camerún sigue sufriendo las consecuencias de los enfrentamientos armados diarios, además de afrontar una elevada inseguridad alimentaria debido a la impredecible meteorología.
Mientras concluimos nuestro apoyo al hospital regional de Maroua después de capacitar al personal especializado y rehabilitar varias de sus áreas (como la uci), lanzamos actividades generales de atención médica en Kolofata y agregamos la cirugía de emergencia a nuestro proyecto de Mora, tras detectar que bastantes pacientes de traumatología y cirugía obstétrica de Maroua procedían en realidad de Mora. Mediante nuestro proyecto en Mora, también continuamos tratando la malaria, la diarrea y la desnutrición infantil.
Respuesta a brotes
Respondimos a los brotes de cólera en Douala, Kribi y la península de Bakassi, entre otras medidas, con campañas de vacunación y promoción de la salud. En Kribi, los equipos de la comunidad realizaron más de 80.000 visitas domiciliarias para concienciar sobre las medidas de prevención.
MSF apoyó la respuesta nacional a el COVID-19 en cinco de las diez regiones de Camerún mediante la habilitación de zonas de aislamiento, la donación de suministros de oxígeno, la capacitación del personal sanitario, la promoción e investigación de la salud y el tratamiento de pacientes.