El fin del cierre de las fronteras impuesto durante la pandemia de la COVID-19 dio lugar a un gran aumento de nuevas llegadas a finales de 2021. La cantidad de personas venezolanas que cruzaron la frontera superó las 160.000 en 2022,* más que en los dos años anteriores combinados. Esto supuso una carga adicional en los ya sobrecargados centros sanitarios locales.
Por ello, ampliamos nuestra respuesta en el estado norteño de Roraima para ayudar con la provisión de atención médica general y de actividades de promoción de la salud; y también para dar apoyo en materia de salud mental y servicios de salud sexual y reproductiva mediante clínicas móviles en focos activos, refugios y asentamientos informales de migrantes de la capital, Boa Vista, y en Pacaraima.
También brindamos asistencia médica a comunidades indígenas procedentes de Venezuela en áreas rurales de Pacaraima. Estos migrantes se encuentran en una situación particularmente vulnerable debido a los obstáculos que enfrentan para acceder al sistema de salud pública.
En la primera mitad de 2022, también dimos apoyo y capacitación en salud mental a comunidades afectadas por inundaciones y desprendimientos de tierra catastróficos en Río de Janeiro, Bahía y Pernambuco.
Dado que las autoridades locales se encargaron de las actividades de búsqueda y rescate, nuestros equipos se centraron en fomentar el acceso a servicios de salud mental. También capacitaron a profesionales sanitarios y a empleados públicos, como docentes, asistentes sociales y líderes comunitarios, para que pudieran brindar apoyo psicosocial a las personas supervivientes de los desastres y crear una capacidad local duradera para que las comunidades puedan responder a eventos de ese tipo en el futuro.